12 de abril de 2009

Deslocalizaciones industriales de otros tiempos, el poco edificante caso de las manufacturas textiles indias: Los antecedentes remotos.


Hace muchos, pero que muchos años, recuerdo que me compre una camisa. Era una camisa de cuadros de colores vivos y de un algodón que resultó muy bueno: casi no requería plancha. Pero lo más sorprendente de todo era que esa camisa venía ¡de la India!
Hoy en día, como unos veinte años después, que la ropa que compremos venga de cualquier lugar remoto del mundo, es de lo más habitual: las fábricas textiles que no hace mucho estaban emplazadas en Europa, han emigrado, se han deslocalizado. Y ahora como hace trescientos años, las manufacturas textiles asiáticas, inundan de nuevo los mercados europeos y al igual que entonces, muchos, a la desesperada, claman por la creación de aranceles y otras medidas proteccionistas.


A todo esto, veréis que nuestra memoria es muy corta, pues esta situación no es más que la continuación de una vieja historia, que demuestra una vez más que el mundo es redondo, y que con todo lo que está pasando, conviene recordar.


El lujo asiático que venía de la India:
Desde la Antigüedad existía un intenso intercambio comercial entre Europa y los puertos del sur de la India. De allí llegaban, en complicadas etapas por mar y tierra en las que multiplicaban muchas veces su valor, preciados bienes de lujo (especias, tejidos de seda o algodón) que se intercambiaban por otros bienes (vino, metales, perfumes) que primero griegos y más tarde romanos llevaban a cambio hasta aquellos exóticos emporios.
Sin embargo, el balance comercial, se dice, era beneficioso para estos últimos y la diferencia, los hindúes, se la hacían pagar en metales preciosos.
El Imperio Romano, ansioso de los lujosos productos que venían de Asia, se desangraría en oro y plata a favor de estos emporios comerciales, generando un inflación que finalmente debilitaría progresivamente la economía y el Estado Romano mucho más que las incursiones y las depredaciones de los bárbaros.


La edad oscura del comercio con la India:
Con el advenimiento del Islam a partir del siglo VII d.C., las rutas comerciales, tanto marítimas como terrestres entre Europa y el subcontinente indio quedarían en manos de los árabes y no sería hasta el viaje del portugués Vasco de Gama en 1498, que tuvo que circunnavegar toda África para romper el candado islámico, que los mercaderes europeos no podrían llegar directamente hasta los muñidores de los ansiados productos.
A través de este bypass contactando directamente de nuevo con los puertos de la India, verdaderos hubs logísticos como los de hoy en día, tanto unos como otros esperaban hacer grandes beneficios.
Y de hecho al principio fue así, a pesar de que para asegurárselos, Portugal tuvo que establecer todo un rosario de fortalezas a lo largo de la ruta marítima y arrinconar a cañonazos a los competidores árabes que ya no serían más una molestia.


Los árabes, mogoles, persas y otomanos, verían así mermada su participación en este lucrativo tráfico, así como su beneficio. En el siglo XVI Europa se estaba convirtiendo en el centro del mundo, a ella llegaban toneladas de metales preciosos fruto del saqueo de sus recién adquiridos dominios en el Nuevo Mundo. Desde que los romanos dilapidaron su fortuna, estos habían sido bien escasos: los europeos habían quedado empobrecidos durante largos siglos. Además, ahora, su tecnología les daba una ventaja competitiva que se traducía en mejores barcos y mejores armas para hacer respetar sus intereses en todos los mares del mundo. He aquí el verdadero inicio de la globalización.


Sólo había una cosa que nunca había cambiado: siempre, desde la noche de los tiempos, los mercaderes indios habían tenido la sartén por el mango, mantuvieron la producción de sus manufacturas, en particular de los tejidos, y por lo tanto se quedaban con la parte del león de los beneficios comerciales.
Sin embargo, siguiendo la estela de los portugueses, al igual que las ratas en los barcos, llegaron al Lejano Oriente algunos otros indeseables competidores europeos. Unos en particular, los británicos de la East India Company, serían los que acabarían por cambiar radicalmente el escenario.



Para saber más (y mejor):
*History of Crafts, Manufacturing and Trade in the Indian Subcontinent, http://jigyasa0.tripod.com/trade.html

*From Trade to Colonization - Historic Dynamics of the East India Companies: http://india_resource.tripod.com/eastindia.html

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