18 de mayo de 2008

LAS CRÓNICAS DE UN ASUNTO CASI OLVIDADO. Parte 8.

(...sigue...)
En Ispali, el primer domingo después de la luna llena del equinoccio era el día de las Procesiones de la Primavera, que formaban parte de la celebración de la Pascua. Las cofradías de oficios recorrían las calles principales, trazando un circuito procesional, tan antiguo como la urbe misma. Primero fueron celebraciones paganas, pero la Iglesia las había ido sacralizando, ocultando o prohibiendo directamente las manifestaciones originales. Donde antes se ofrendaban los frutos de la tierra y se celebraba la fertilidad de los campos y las bestias, ahora se paseaban en andas imágenes piadosas de vírgenes y mártires, talladas en madera, llevando a sus pies cestos repletos con los primeros frutos recolectados. O arcas primorosamente adornadas conteniendo reliquias. Algunas, muy pesadas, eran portadas en carros tirados por bueyes, adornados para la ocasión con flores, ramas de olivo y hojas de palma. Muchas de estas procesiones comenzaban a la caída de la tarde, saliendo de las propias iglesias y ya no de las sedes de los “collegia”[1] gremiales y se prolongaban durante la noche, para disuadir a los feligreses de acudir a banquetes orgiásticos. La comitiva que culminaba los desfiles, la más importante, empezaba y terminaba su recorrido en la Basílica Principal. Iba encabezada por el Obispo, flanqueado por las principales autoridades, el Comes Civitatis[2] y sus Vicarios, a los que seguían el resto de magistrados municipales, todos ellos importantes patronos tanto de origen godo como hispanorromano, residentes en la ciudad. En la cabeza de la procesión la situación era tensa, ya que el Comes, investido recientemente por el Aula Regia desde Toleto, no era ni mucho menos del agrado del Prelado ni de sus partidarios en Ispali.Como era costumbre, todo el camino transcurría en silencio, un silencio a ratos sobrecogedor y misterioso, en cierto modo angustioso. Sólo en algunos tramos, cuando la procesión se detenía, los cofrades hacían retumbar con fuerza sus tambores. Los ciudadanos veían pasar la grave comitiva, desde las puertas de sus casas o encaramados a los terrados de los edificios. Algunos, aquellos que querían invocar para sí una protección especial, se arrodillaban en los zaguanes, al paso de las figuraciones que desfilaban a la luz de las antorchas proyectando sombras fantasmagóricas en las paredes y en el suelo de las calles. Al final del trayecto, que se prolongaba hasta la medianoche, se arribaba a la Plaza del Foro, en medio de la cual se había colocado una pira alrededor del tronco de un gran árbol, que era prendida con las antorchas, mientras los tambores atronaban por última vez. Finalmente, la comitiva entraba en la Basílica Mayor, para la misa nocturna, que con todo el boato oficiaría el Obispo, ayudado por los Diáconos y Presbíteros de su Diócesis. La multitud que no cabía en la misma seguía la celebración litúrgica desde el exterior, situándose ordenadamente al pie de la escalinata del pórtico, para lo cual se dejaban abiertas las grandes puertas de madera remachadas en bronce. El fulgor de la enorme hoguera penetraba por los arcos de herradura gemelos de las mismas, llenando de luz la nave central y el altar. El crepitar de los troncos y el olor acre a madera quemada hacían de contrapunto al latín de los oficios y de los cánticos.

[1] Los collegia eran asociaciones profesionales de época romana, corporativas y a su vez de marcado carácter religioso. Son en cierto modo los antecesores de los gremios medievales.
[2] El Comes Civitates era un funcionario encargado de diversas funciones jurídicas, administrativas y policiales en el ámbito de la civitas (la ciudad y su territorio colindante). Estaba supeditado al Dux Provinciae, gobernador militar de la provincia. De estas figuras derivarán los títulos de Conde y Duque en la Edad Media.

(continuará...)

*Si lo deseas, puedes leer por orden de aparición las partes anteriores publicadas de la novela, seleccionando "Las crónicas de un asunto casi olvidado" bajo el epígrafe TEMAS TRATADOS de la barra lateral izquierda.

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