16 de febrero de 2009

La biblioteca perdida andalusí de Tombuctú y a la apasionante Historia de sus guardianes godos.


Cuando el ejército victorioso de los que enseguida sería conocidos como los Arma conquistó el Imperio Songhay a las orillas del río Níger y se asentó victorioso en Tombuctú en el siglo XVI contaba entre sus filas con numerosos contingentes de origen hispano, tanto andalusíes, como cristianos renegados.
Sin embargo, ni estos ni su capitán Yuder Pachá fueron ni mucho menos los primeros de tal origen que allí llegaron.
Poco más de un siglo antes, y es tan sólo un ejemplo, el noble Alí ben Ziyad al-Qutí, salió expulsado de Toledo, poniendo el mar y el desierto por medio entre él y los enemigos del Islam. Se llevó consigo desde Al-Andalus hasta la tierra de los negros la más preciada de sus posesiones, su biblioteca personal.


Allí, en Tombuctú, fue calurosamente acogido por el Emperador Songhay (lo cual es un indicio de cuan estrechas fueron siempre las relaciones culturales y comerciales entre Al-Andalus y el Imperio de la curva del Níger), y de este modo lo que nosotros perdimos no lo llegamos a saber nunca, apenas ni tan siquiera hoy en día, hasta que el profesor John Hunwick reconocido experto en Historia de las Religiones, y que como otros muchos había perseguido durante largos años la mítica biblioteca, recibió una misteriosa llamada desde Mali.
Al otro lado del hilo telefónico se le presentaba el investigador Ismael Diadié Haidara, el cuál recientemente había notificado a algunos medios de comunicación españoles que había logrado reunificar la valiosa colección de libros de su antepasado, que ya se daba por perdida, pero que sin embargo había sido custodiada celosamente durante generaciones por los miembros de su clan, la familia Katí, protegiéndola tanto del inevitable deterioro del paso del tiempo como del fanatismo y la estulticia humanas.
Ahora reclamaba ayuda para que el legado de sus ancestros pudiera ser debidamente estudiado y publicado y no acabara por perderse definitivamente.


Era el año 1999, habían pasado quinientos años, aunque de todos modos, esta historia comienza muchísimo antes, pues el mismo Alí ben Ziyad al-Qutí, eran tan sólo uno más de los miembros de una ilustre familia, sembrada de personalidades. Tan solo un eslabón de la cadena.
Sin ir más lejos su hijo Mahmud al-Qutí será el autor de la primera crónica histórica del África negra: el Takich el-Fettash y es considerado el primer escritor de raza negra conocido.


UNA FAMILIA DE GODOS ISLAMIZADOS:
Pero lo realmente sorprendente es que los al-Qutí, Qutí significa godo, han tenido siempre conciencia de su origen andalusí y godo así como del periplo vital de su familia.
Conservaron siempre el recuerdo de sus ilustres antepasados, muchos de ellos destacados intelectuales a lo largo y ancho de las historia de la España musulmana.
Entre estos se cuentan entre otros, historiadores como Ibn Al-Qutiya (apodado el hijo de la goda) que escribió el libro de la conquista de Al-Andalus en el siglo X, juristas, poetas y médicos, como el prestigioso Alcoatí (Suleiman ben Arit al-Qutí) autor de uno de los mejores tratados de oftalmología, obra de referencia desde el siglo XII.
Todos ellos son descendientes por línea directa de Sara la Goda, nieta de Witiza el último rey godo incontestado, que reinó entre 700 y 710 y cuyo fallecimiento abrió la puerta al turbulento periodo que daría lugar a la islamización del Reino Visigodo de Toledo. Y de su propia familia.


LA BIBLIOTECA, EL FONDO KATÍ:
Puede afirmarse que no queda nada semejante en España de aquel esplendoroso pasado. Los más de 9.000 documentos manuscritos que forman a día de hoy el denominado Fondo Katí nos ofrecen una información valiosísima de nuestro pasado andalusí, la civilización que desde la Península Ibérica irradió por todas las orillas del Mediterráneo, hasta más allá de las arenas del desierto del Sahara.
Nuestro manuales de historia al uso, sin embargo, hablan de este periodo como el de la dominación árabe de España. Pero sin embargo está claro que poco fue lo que pudieron traer los árabes. Y poco fue lo que se pudo salvar una vez finalizada la Reconquista.
Los miles de documentos de este fondo bibliográfico están ya bajo protección y se está procediendo a su conservación y digitalización. Proclaman sin lugar a dudas las estrechas relaciones entre Al-Andalus y África y son una información inestimable sobre la vida y la cultura en el periodo andalusí que en muchos casos desconocemos.
Incluyen descripciones sobre la vida en ciudades como Toledo, Córdoba, y cubren todos los campos del saber, desde Religión (muchos de los libros son versiones y comentarios del Corán), Medicina, Matemáticas, Historia, Filosofía, libros de viajes…
Aunque para viaje, el periplo vital de esa familia. Hubo que esperar hasta finales del siglo XX para que el último descendiente conocido de la realeza goda, sorprendentemente de color y afincado en África, acabara la tarea de reunificar los manuscritos dispersos en manos de los descendientes del rey Witiza, rey de Spania, rey de los godos.



Para saber más (y mejor):
*Fondo Katí, ¿Por qué España?, http://www.fundacionmahmudkati.org/archivosadjuntos/Porqu_%20Espa_a.pdf
*Fundación Mahmud Kati, http://www.fundacionmahmudkati.org/
*Fondo Katí, http://www.monografias.com/trabajos37/fondo-kati/fondo-kati.shtml

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